El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune crónica en la cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca las glándulas que producen humedad en el cuerpo, como las glándulas salivales y lacrimales.
Esto provoca una disminución en la producción de saliva y lágrimas, lo que resulta en síntomas como boca seca y ojos secos. Además de los síntomas orales y oculares, también puede afectar otras partes del cuerpo, como las articulaciones, la piel, los pulmones y los órganos internos
Las causas exactas del síndrome de Sjögren aún no se conocen por completo, pero se cree que hay factores genéticos y ambientales que contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Es más común en mujeres que en hombres y generalmente se diagnostica entre los 40 y 60 años de edad.
El síndrome de Sjögren puede afectar la boca de varias maneras, y los síntomas y signos asociados pueden variar en intensidad y duración de una persona a otra. Algunos de los síntomas y signos más comunes en la boca incluyen:
- Sequedad bucal: La sequedad bucal, también conocida como xerostomía, es uno de los síntomas principales del síndrome de Sjögren. La disminución en la producción de saliva puede hacer que la boca se sienta seca y pegajosa, lo cual puede dificultar la deglución y el habla.
- Sensación de ardor o dolor en la boca: Esto puede afectar la lengua, las encías, el paladar y los labios.
- Caries dental y problemas de encías: La disminución de la producción de saliva puede afectar la salud dental. La saliva ayuda a proteger los dientes y las encías contra las caries y las infecciones. La falta de saliva puede aumentar el riesgo de caries dental, enfermedades de las encías y mal aliento.
- Úlceras bucales: También conocidas como aftas, en la boca y en los labios.
- Dificultad para hablar y tragar.
El tratamiento del síndrome de Sjögren se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
- Alivio de los síntomas de sequedad: Esto puede incluir el uso de sustitutos de saliva, gotas lubricantes para los ojos y cremas o ungüentos hidratantes para la piel seca.
- Medicamentos: Los medicamentos pueden ayudar a controlar la inflamación y suprimir la respuesta inmunológica anormal.
Es importante trabajar en estrecha colaboración con un médico para desarrollar un plan de tratamiento individualizado y para realizar un seguimiento regular para controlar la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.